Si tuvieras una varita mágica ¿Qué cosa desearías cambiar en tu vida?
Piénsalo y visualízalo. Ahora que ya tienes claro lo que deseas cambiar en tu vida, ¿sabes cuál es el obstáculo número 1 para lograr ese gran cambio?
De seguro que has hecho una lista de algunas cosas, sin pensarlo mucho.
Me pregunto si dentro de esa lista te pusiste a ti MISM@ como un obstáculo.
Cuando se te ocurra una idea, escríbela, aun si no entiendes cómo la vas a utilizar o aplicar. Nuestro inconsciente nos envía mensajes que tienen significado y algunas veces no son claros, pero son valiosos cuando te das cuenta de lo que significa.
Se te pueden ocurrir muchas “ideas geniales”, pero si no actúas sobre esas ideas, te quedarás donde estás.
Norman Vicent Peale dijo: “las ideas cuestan diez centavos la docena, pero la persona que las ponga en práctica es invaluable”. No caigas en la trampa de la “parálisis por análisis”, de tanto pensar y pensar, no te decides y terminas sin hacer nada.
Actúa, haz algo, cualquier cosa, práctica, muévete, ponte en acción, por pequeña que sea ya estarás generando un cambio a tu alrededor y acercándote a eso que tanto anhelas.
Date el permiso de equivocarte, de cometer errores (Mentalidad de crecimiento). Recuerda que la única manera de encontrar el camino correcto, es perdiéndose primero. Si no estás cometiendo errores, es que te encuentras en tu zona confort o eres muy complaciente contigo.
Quizás digas, hay momentos en la vida en que es difícil tomar riesgos, cuando tienes deudas ya concebidas, una familia a la que mantener, otros que dependen de ti. Sin embargo, recuerda: lo más importante no es donde te encuentras hoy, sino cuál es tu dirección.
Es simple, nuestra dirección está determinada por nuestros pensamientos. Lo que pensamos precede a nuestras acciones y estás a nuestros resultados. Si cambias tus pensamientos, poco a poco comenzarás a obtener nuevos resultados.
Y eso es algo que siempre podemos hacer: elegir nuevos pensamientos. Con este solo y simple hecho, ya tienes el poder para crear el cambio que quieres ver en tu vida.
No te concentres en tus “yo no puedo”, todos los tenemos. Es en nuestros “yo puedo”, por pequeños que sean, en donde radica nuestro poder.
Sin importar donde estés, te invitamos a que nos cuentes, cuáles son tus “yo puedo” en este momento de tu vida.
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