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5 elementos clave para construir espacios saludables de estudio y trabajo en casa.

Foto del escritor: Fran LasarteFran Lasarte
EL ESPACIO SÍ IMPORTA

Keywords: Bienestar, salud mental, wfh, home office, organización, productividad, felicidad.


Con la pandemia Covid -19 finalmente retrocediendo y ya casi a en el 4to final del año, hablar de espacios de trabajo y estudio en casa puede resultar extraño. Pero, sí este largo confinamiento nos ha dejado algo en claro, es lo des priorizada que teníamos nuestra salud mental. Y la salud mental, cuando hablamos de la educación, no sólo es prioritaria, sino que tiene una estrecha relación con el espacio en el que nos desenvolvemos.

En una investigación recientemente publicada, el equipo de investigación de la Universidad de Warwick (Reino Unido) descubrió que las empresas que crean mejores espacios de trabajo logran al menos un incremento de 12% en su productividad. Con base a resultados como estos, diversos estudios de arquitectura coinciden en 5 elementos clave para asegurar nuestro bienestar. ¡Especialmente en el espacio en el que nos dedicamos a trabajar!

Es probable que cuando leas los títulos de la lista, algunos hasta te produzcan risa porque los das por sentado. Pero, para y reflexiona (¡no vale mentir!): ¿Tu espacio de trabajo cuenta con al menos 4 de los 5? Más aún, ¿le estamos comunicando a nuestras y nuestros estudiantes la importancia de crear espacios saludables?


Acompáñanos a conocer estos 5 elementos claves y descubre algunos tips simples para implementar mejoras simples y efectivas a tu espacio de trabajo en casa.


1) Aire.

Así de simple. Para funcionar, nuestro cerebro necesita oxigenación. Los ambientes cerrados y con poca ventilación tienden a enrarecer la calidad del aire y, de forma visible, puedes empezar a sentir mareos, dolor de cabeza y agotamiento. SOLUCIONES POSIBLES: si no puedes ubicarte en un ambiente ventilado a o abrir una ventana, utiliza tus pausas (¡no te las saltes, son tu derecho!) para salir a un área abierta. Usa una ventana, un pasillo o un paseo corto. Si puedes ventila activamente el espacio por el tiempo en que no estés usándolo, aún mejor.


2) Agua.

Muchas veces, cuando estamos en maratones de trabajo o cuando necesitamos terminar un proyecto “contra el reloj” (clásico fenómeno estudiantil antes de los finales) nos quedamos sentados frente a la computadora por horas, sin casi darnos cuenta del paso del tiempo. Pero, recuerda, esto no es un simulacro: el cuerpo humano necesita al menos 2 litros de agua diarios para funcionar correctamente. La falta de hidratación disminuye nuestra energía general y, si eres de los que trabaja frente al monitor, es muy probable que sientas tus ojos cansados mucho más rápido por la falta de agua/lágrimas en ellos.

SOLUCIONES POSIBLES: Destina un lugar en tu espacio para tener un contenedor de agua (con tapa, preferiblemente). Usa el sistema de alarmas de tu celular o los recordatorios de Google calendar para ayudarte a crear hábitos de consumo de agua.


3) Tierra. Sí: ya casi tenemos los cuatro elementos completos. Pero aquí paramos. Con “tierra” nos referimos a la conexión con la naturaleza. En casa, aún en espacios pequeños, se puede destinar un lugar cercano al escritorio para poder tener contacto con la naturaleza. Una planta de interior pequeña (de preferencia con hojas y no sólo los cactus “todoterreno”) nos ayuda inconscientemente a recordar que la vida va mucho más allá del estudio o el trabajo. Extra tip: no solo las plantas cumplen la funcione de potenciar nuestra salud mental. Buscar elementos de organización y decoración de corte natural también nos ayuda a alejarnos de la “presión” de los ambientes laborales. SOLUCIONES POSIBLES: en tu mercado más cercano, busca cualquiera de estas plantas de interior de bajo mantenimiento (y pet friendly): helecho, calathea, hypoestes, planta cinta, bromelia, ficus, maranta o violetas africanas.

Incluso puedes tener hierbas aromáticas como albahaca, tomillo o romero.




4) Luz. Sí. Lo mejor es la luz natural. Pero no siempre podemos tener una fuente de luz natural cerca, por lo que la iluminación artificial tiene que ser adecuada. La iluminación deficiente no solo maltrata tus ojos, sino que, paulatinamente, deteriora tu estado de ánimo.

SOLUCIONES POSIBLES: Si no cuentas con un punto de luz directo sobre tu espacio, considera invertir en una lámpara de pie. Una bombilla led puede aportar mucha iluminación. Existen tres tonos de luz: fría (luz blanca el neón, permite ver los colores con claridad, pero nos recuerda a las oficinas y hospitales.), cálida (luz amarilla, usada generalmente en espacios personales y restaurantes, porque crea atmósferas íntimas) y una que es perfecta para espacios de trabajo: la luz neutra o natural. Actualmente, puedes conseguirla en casi todas las marcas comerciales.




5) Mente. No todo es físico. Nuestra mente necesita poder hallarse en el espacio. Según la Sociedad Española de medicina de Familia y Comunitaria, distintas publicaciones proponen que, a lo largo del día, somos capaces de crear aproximadamente 60.000 pensamientos. 95% surgen de forma automática y a veces son repetitivos (una especia de alertas de nuestros pendientes, recuerdos, preocupaciones, etc.). Lo que hay que tomar en cuenta es que, en muchos casos, el mayor porcentaje de nuestros pensamientos es negativo (60%). Por eso, para ayudar a nuestra mente a mantenerse en calma y motivada, te dejamos algunas soluciones. SOLUCIONES POSIBLES: - Reglas y límites. Trabajar o estudiar en casa es estresante porque es nuestro ambiente personal, lleno de urgencias, distracciones y ganas de ver Netflix con unos snacks. Es importante establecer claramente las reglas del espacio: horarios, pausas, qué constituye una “urgencia” y en qué consiste nuestro trabajo. Hacer esto por escrito, en un lugar visible y comunicarlo adecuadamente con las personas de la casa ayuda a mejorar nuestra tranquilidad. - Tareas visibles. Puede ser una pizarrita, un postit diario o un calendario en papel. Llevar un recuento visual y accesible de nuestras prioridades y pendientes nos ayuda a administrar mejor nuestro tiempo.

- Orden vs sistema. Desde que la consultora de organización Marie Kondo saltó a la fama en pandemia, muchas personas han adoptado su política de “menos es más”. Pero, si alguien aquí es docente de inicial, arte o, simplemente, se ha llevado a casa 20 maquetas del sistema solar para corregir, sabe que, en la educación: más es más. En vez de estresarnos por “la perfección en el orden”, creemos sistemas donde los materiales usados (proyectos calificados) puedan ser almacenados o devueltos con rapidez.

Ahora que ya conoces las 5 claves para los espacios de trabajo en casa ¿qué piensas? ¿Ya las tenías implementadas? ¿Quieres comprometerte a incorporarlas? Recuerda que las buenas prácticas de cada docente no solo enriquecen su vida, sino que se reflejan directamente en la de sus estudiantes. ¡Trabajemos por espacios de bienestar!

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